Este fin de semana hemos decorado nuestra casa de "Navidad"... nos hemos adelantado un poco en el tiempo para coincidir tranquilamente los cuatro y disfrutar del momento.
Todos hemos colaborado, Sofía y Papá montaron el árbol y Miguel les ayudó con los adornos. Está hipnotizado con las luces y los villancicos, porque nosotros acompañamos con música... y todo.
El Belén lo tenemos todo el año porque "sinceramente" me encanta, me parece que reune todo para explicar la Navidad y su significado más profundo.
"Dos jóvenes padres de un bebé que no tienen dónde ir, pero que reciben todo el calor de las gentes de Belén y la llegada de los Reyes Magos con sus presentes... "
Me produce una paz inmensa entrar en el salón de mi casa y mirar el Belén, las fotos de mis hijos y pienso mucho... pienso sobre todo en lo afortunada que soy teniendo la familia que tengo y pienso en los demás... en los baches de la vida propia y ajena, por eso me encanta abrazar, abrazar a todo el que lo necesite, físicamente o con la palabra. Porque siempre hay un futuro, y siempre hay alguien por quién luchar...
Bueno, aquí tenemos otra Navidad más a la vuelta de la esquina y nos recuerda que la luz de la esperanza debe estar encendida siempre, hasta la eternidad.
2 comentarios:
Anda que ... tu si que eres un encanto. Todo lo que escribes derrocha un cariño. Gracias.
Yo el árbol lo pondré en el puente, como de costumbre. Besos, Ana
Ya se que me repito, no te vayas a creer. Pero es así. Tus hijos tienen un ejemplo a seguir.
Publicar un comentario